Más que merecido
¿Sabes lo
que es ese palpitar momentáneo que sientes cuando cierras la puerta con seguro
y acto seguido dudas de tener las llaves contigo? Pues algo así sentí cuando
decidí abrir la computadora para darle fin al escrito que había comenzado para
publicar en el blog y no aparecía.
-Lo acabas
de borrar por eso no aparece- La verdad es que prefiero esto a cerrar la puerta
del apartamento sin tener las llaves conmigo. Anyway, todo
ese rodeo es quizás más para mí que para ustedes y me funciona. Llevo días organizando ideas y entre otras
cosas el blog vuelve a rondar en mi cabeza como esa pieza suelta del
rompecabezas que no he terminado de montar, al mismo tiempo tengo entre
ceja y ceja el tema del agradecimiento y
esa dualidad tan fina y “conveniente” entre agradecer y desagradecer. Con eso
en mente, comencé a soltar los dedos sobre el teclado dejando fluir las
ideas. Recuerdo bien la primera oración,
decía algo como: “Sé siempre agradecida, a nadie le gusta la gente malagradecida”
haciendo referencia a una de las tantas frases icónicas de mi mamá. Enseguida,
entendí que no hay manera en la que pueda abordar el tema sin hacer hincapié en
la sabiduría indiscutible de la madre que me parió. Curiosamente su signo
zodiacal es Leo y hasta hoy, nunca había
logrado ver la similitud entre ella y las características que describen a un
león/leona. Mami apenas mide 4’11, es
delgadita y hasta pareciera “ser frágil”, lo que no la hace físicamente
imponente similar a un león. Mami es
sabía, es serena, brillante, intuitiva, analista, observadora, amorosa,
incondicional, fuerte, firme y determinada, es jefa, y es apoyo, es mentora y
guía… mami definitivamente es la leona que lidera la manada sin mucho esfuerzo
ni ansias de protagonismo aparente.
Con el corazón gritando de orgullo y la felicidad de saberme
parte de ti te felicito por tantos años de entrega, determinación y aguante. Mami, gracias por ser, estar y
elegir ser la líder de esta manada.
Jubilarse con salud, energía y consciencia de plenitud en estos tiempos
es casi un mito y tú lo haces realidad. Sal orgullosa y convencida de que tu dedicación fue, es y será tu mejor marca personal. A ver si pronto le das un empujón al miedo
de un viaje largo y te tiras un viajecito a Cali.
Es
tiempo de hacer lo que te plazca y cuando te plazca, de que seas tú quien
determine el tiempo que inviertes en lo que quieres, que tu alarma del
despertador sea para las citas que tú estipules
y que las visitas a las tiendas sean de placer y no de trabajo. Ahora eres full time abuela, esposa, madre,
hermana, tía, pero sobre todo eres full
time tuya.
No me acabe la menor duda de que esta emoción y alegría son el reflejo de un amor puro; como el que una madre puede sentir por su hija aún cuando su llegada le dejó una marca estéticamente horrorosa en el vientre. No hay distancia suficiente cuando se elige estar cerca. Mami no es una madre muy común, no es de esas cantaleteras, ella con su psicología inversa genuinamente bien aplicada ha sabido dejar sentir su posición. No es de las que llama todos los días para indagar en nuestras vidas, a veces ese es nuestro reclamo -¿quién nos entiende?- y cuando lo hace y escuchas ese "Hola mi vida" la felicidad es innegable. Respeta y valora nuestras decisiones independientemente si éstas le parecen bien o no, su apoyo es incondicional y claro, el consejito nunca falta. Ha sabido ser el aire bajo nuestras alas. Perfección no es para nada un término con el que pueda definirla, pues como a todos, nuestra condición humana nos lo impide. Sin embargo ella siempre ha elegido ser y estar desde el amor, la empatía y la solidaridad.
Agradecer, dícese de sentir gratitud. Mostrar gratitud o dar gracias. Dicho de una cosa: corresponder al trabajo empleado en mejorarla o conservarla, según la RAE es así como se define el término agradecer. Por mi parte, agradecer es principalmente reconocer que quien soy y donde estoy se debe en parte a seres que eligieron ser y estar para mí en algún momento del proceso de mi vida. Agradecerles es reconocer su esencia en mí y valorar las bendiciones que recibo cada día, desde una sonrisa, hasta un “estás loca, eso no funciona” porque eso también es apoyo. Lejísimos de la perfección, es más bien una elección constante y sonante el como veo y recibo lo que llega a mi vida y más aún como me desprendo de todo lo que me impide abrirme a recibir lo que está por venir.
¡GRACIAS!
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